Me siento bien

Me siento bien cuando descubro que los conocimientos los tengo regados en algún lugar de mi cerebro y cuando los necesito aparecen como si recién los hubiese adquirido.

Me gusta sentir que esas horas perdidas en la inmensidad de la red, leyendo un poco de aquí y otro de allá, rinden sus frutos cuando en alguna materia los necesito.

No, no me gusta estudiar; nunca me ha gustado estudiar. Es más, odio estar entre libros que me obligan a leer, los leo cuando yo gusto de leerlos y cuando necesito de lo que entre sus hojas están escritos, yo ya los tengo en mi cerebro.

Aún me resisto a leer por obligación, pero algunas veces tengo que hacerlo. Sin embargo, hoy ha sido tan rápido, que me ha dado gusto ver la nota que obtuve 20/20. No debo haber sido la única, no importa, no me comparo con nadie más que conmigo misma. El examen planificado para 30 minutos, los hice en menos de 10; estaba fácil, la parte introductoria, y ya me leí casi todas las páginas del libro que corresponde al curso (no son muchas, 54 nada más y sus anexos), ahora, cuando necesite de algún tema, solo tengo que darle un vistazo.

 Me gusta ser así, estar entre libros que a veces no entiendo, y los cojo sin obligación porque obligados no me llaman la atención. ¡Qué rara soy!, pero esa soy yo y me gusto así.