Un lunes que es martes

Hoy es un lunes como hace mucho era un martes, es la acumulación de muchos días que se están agolpando y me están haciendo pedazos.

Hace mucho que no sonrío con el alma, me estoy cayendo de nuevo y hoy no he logrado hacer nada más que lo que tenía obligado hacer. Fui a sacar cita con el psicólogo de la universidad pero en el centro médico no hay psicología, sólo psiquiatría, entonces saqué cita para el viernes. Esta vez siento que ya no puedo hacerlo sola, siempre me he rehusado a tomar pastillas, pero hace varios días que no duermo bien y, a pesar de dormirme cansada mi cerebro no lo hace por mucho tiempo, empiezo a soñar y me despierto por las noches y a las 5 de la mañana más o menos abro los ojos, para luego de unos minutos el dolor de cabeza se presente y con eso intento quedarme un poco más en la cama pero no puedo. Me levanto, me lavo, doy un par de vueltas en mi habitación, con los ojos que se me pegan pero mi mente no descansa, está pensando en lo que debería dejar de pensar porque por ahora no tiene solución, pero yo no tengo control.

He tratado de hacerlo sola pero esta vez se me está haciendo dificil, no hay mente positiva que logre mantener y ya siento que todo se me está viniendo abajo y sólo por una porquería que invadió mi vida que no supo aceptar un "no".

Haré lo que tenga que hacer para no dejarme vencer, espero al final lograr lo que me propuse. Pero lo que más espero es que este fin de semana mi mente se disipe y empiece a hacer planes de nuevo, ya es hora de empezar y dejar que la justicia haga su parte.

No me pidan que se lo deje a Dios porque no es en su familia o en los seres que esa porquería ame o llegue a amar que se lo cobre, no, yo quiero justicia y que sea él quien pague por lo que hizo y espero que así sea.

Necesito fuerzas una vez más.