El sol se va sin dejar un rayo de esperanza en que mañana volverá a darme su luz, deja paso a la noche que cubre de oscuridad el espacio que habito.
En el intento de llegar a la orilla, las nubes corrompieron la brújula y ahora he naufragado en la inmensidad del océano sin agua dulce a la distancia, ni alimento que me sostenga con vida.
Avisto una tormenta que no sé si podré resistir, no he logrado reparar la barca sobreviviente de una tormenta pasada donde las redes y anzuelos se perdieron, y con ellos los sueños de llegar a alcanzar un nuevo puerto se esfumaron.
Con el alma cansada de buscar una salida me he quedado sin fuerzas de volver a intentar salir de este mar que me envuelve y empiezan a caer las primeras muestras de la tormenta que se avecina.
La esperanza de volver a ver el rayito de sol que hoy se ha perdido en el horizonte, queda débil pero aún está en pie.
Una nueva tormenta
domingo, noviembre 23, 2008 |
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Sph
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2 comentarios:
Todo llega amiga, todo llega...
Mi abrazo es tuyo, lo sabes.
;)
Gracias nena
Un abrazote
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