A veces...

Estuve leyendo la entrada de una amiga y quise poner mi comentario pero éste se extendió tanto que ahora genero una entrada para que lo lea con más calma si es que hoy puede hacerlo, sino le diré que lo busque porque a veces es necesario decir que se ha dejado algo y no esperar que sea descubierto sin dar señales de haberlo dejado, o decir lo que queremos decir y no esperar que los otros entiendan lo que intentamos decir con acertijos.

Creo que los mal entendidos siempre surgen en las personas y si ellas están dispuestas a aclararlos, se madura la relación. Nada es perfecto en la vida, todos nos equivocamos con las palabras, el tiempo, los detalles, nos equivocamos con los mensajes al enviarlos o al recibirlos y de eso el idioma no es culpable.

A veces por querer abarcarlo todo nos olvidamos de lo importante y lastimamos sin pensarlo, y si somos lastimados, actuamos por instinto y no pensamos. Pero lo importante es aclarar los mal entendidos si se arreglan perfecto sino dejarlo de lado y seguir adelante, dolerá por un tiempo pero el tiempo hará el trabajo de que la mente lo relegue a un recuerdo pasado y cuando la añoranza llegue, no duela tanto la distancia que se puso para no seguir lastimando o ser lastimados.

A veces olvidamos corresponder a detalles pero eso no significa que no lo hayamos pensado, a veces una correspondencia directa se considera suficiente y olvidamos que a veces es importante para la persona que nos lo ha dado, recibir de la misma forma en la que hizo el detalle.

Vivimos en este mundo con tantas cosas a nuestro alrededor que el tiempo no alcanza y cuando nos lo damos, nos olvidamos que otros también reclaman el tiempo de quienes nosotros deseamos su tiempo. A veces sentimos que el tiempo que nos entrega no es suficiente y queremos más de lo que la otra persona puede dar en ese instante, no porque no se sea importante sino porque sus manos, sus ojos, su mente, su corazón o su cuerpo, o cualquiera o todos de sus sentidos no están presentes en ese momento para cuando nosotros lo deseamos.

A veces olvidamos que la otra persona tiene la memoria frágil y ha olvidado algo que es importante para nosotros pero no es que lo haya echo porque no se sea importante, sino porque talvez en el momento que se pactó, su mente estaba presente en otra parte y olvidó agendarlo en la memoria o en algún lugar donde lleva sus citas, reuniones, aniversarios o compromisos que le envíen un recordatorio; por eso a veces es importante hacerle recordar que había algo pendiente y no dejarlo como algo que nos cause una herida, pensando que no somos importantes para la persona que se descuidó de un compromiso pactado, porque de tanto sentirnos heridos, nos apartamos o generamos que la otra persona se aparte de tanto sentirse culpable de haber lastimado por descuido de algo importante.

A veces no son otros los que olvidan sino nosotros los que descuidamos cosas que son importantes para quienes son importantes para nosotros y a veces intercambiamos papeles, pero sino hay una buena comunicación como para hacerle saber al otro lo que deseamos, sentimos o esperamos, no hay nada. Pero a veces también nos cansamos de ser los que esperamos, los que damos, los que disculpamos, los que entendemos, por eso es importante no sumar ni restar las veces que hacemos algo, sino simplemente olvidarlo, pero a veces es tan difícil hacerlo, porque a veces olvidamos que todos somos seres humanos y no somos perfectos.