Este 5 de abril se conmemora un año más del autogolpe del gobierno del Chino (Fujimori), padre de la actual candidata a la presidencia: Keiko.
Haciendo historia:
El país, en la época en la que subió Fujimori al poder, estaba sumido en el terrorismo. Las cámaras de aquel entonces: Senadores y Diputados, no favorecían a un gobierno que pusiese freno a la plaga que nos azotaba y destruía no solo la economía, sino también destruía psicológicamente a los peruanos. Jóvenes como yo, con conciencia de la realidad del país, vivíamos atemorizados de un día no poder regresar a casa, pues la probabilidad de encontrarnos con algún coche bomba existía y si viajábamos al interior del país, era tierra de nadie. Así como muchas familias, mi familia también vivió el terror de esa época, y sabemos que sin ese autoritarismo de Fujimori, no se hubiese logrado la paz que generó el desarrollo económico, del que ahora goza el país (el que no llega al pueblo aún, culpa de Alan García).
Para mí, sin sonar antidemocrática, el autogolpe era necesario. El día que sucedió, estaba en la universidad, y aplaudí que se diera. Pero no porque iba a terminar con el terrorismo, sino porque estaba harta de la corrupción y la poca productividad de los que gobernaban el país, algo que la gente olvida, pues tienen memoria volatil entre gobierno y gobierno. Alan García había dejado al país en la ruina económica, y considero que hizo tanto daño al país, como lo hicieron los terroristas. A tal grado, que también salió huyendo del país y solo regresó luego de que prescribieran sus delitos. (es un tema aparte). Nunca me imaginé, que aquello que celebré, se convertiría en un medio para que se desatara toda la corrupción que imperó en el gobierno de Fujimori.
Lo malo, no fue el primer gobierno de Fujimori, sino el segundo. El segundo obtuvo los votos que obtuvo debido al agradecimiento que el pueblo le tenía y fue allí, que por querer prepetuarse en el poder empezó a ser el más corrupto de los gobiernos que se recuerden.
En principio, su bancada se pasó los 5 años tratando de interpretar la ley de la reelección, con la finalidad de que hubiese una tercera elección. Esos congresistas deberían haber sido juzgados, ya que todo el dinero que el estado les pagó, no produjeron nada en beneficio del país. Lograron la re-re- elección de Fujimori, gobierno que no terminó pues se le vino encima todos los destapes de su podrido gobierno y renunció mediante una carta desde el extranjero. Huyó como lo hizo Alan; Alan regresó luego que sus delitos prescribieron, gobernó de nuevo y todo bien gracias. Fujimori no pudo hacer lo mismo, fue juzgado y sentenciado.
Ahora es la hija la que está en carrera a la presidencia, la hija del dictador, el gran corrupto. La falta de unión de los que se decían defender la democracia, sus intereses personales primaron sobre los intereses de todo el país y nos dejaron la terrible decisión entre dos candidatos que generan pavor. Y seguro, serán los mismos que en el 2016 regresen cual salvadores del país que deje el que llegue al gobierno este año. Si es que lo deja, porque uno nunca sabe si la democracia se mantendrá, pues las reglas de juego democráticas se cambian en la forma antojadiza de cada gobernante que se cree omnipotente.
Haciendo un breve análisis:
De la entrevista que le hicieron al hijo de Fujimori: Kenyi, el congresista más votado por tener el apellido Fujimori, pues el pueblo tiene más presente el recuerdo de las obras de su padre y no tanto el de la corrupción, pude deducir, que es siguiente en lanzarse como candidato presidencial. El dijo que seguirá los consejos de su padre, que iría a los cerros a visitar al pueblo, a estar con el pueblo. Política que aplicó fujimori, para intentar perpetuarse en el poder. De ser así, que la dinastía Fujimori, desease quedarse en el poder, Keiko tiene la obligación de hacer un buen gobierno, pues debe de allanar el camino para que su hermano sea el próximo presidente.
Keiko tiene la responsabilidad, además, de reinvindicar el nombre de su padre. Por ende, llevará un gran peso encima, siempre que sea una persona de honor y que busque que su familia sea recordada por lo bueno y se olvide lo malo. Eso pues... ¿cómo tener honor, no?
A Alan el pueblo le dio la oportunidad de reinvindicarse, es posible que se lo de, inconscientemente, a Keiko para que haga lo mismo por su padre.
Debemos revisar cómo fue el primer gobierno de Alan García para saber constrastarlo con el segundo. Lo bueno del que ya termina, es que dejó que las cosas siguieran su curso y no impuso sus ideas de reformas que tanto daño hicieron al país en su primer gobierno.
Entonces, la balanza, luego de un análisis, se inclina hacia un lado. Sin embargo, mis principios son los que me causarán pesadillas mientras tomo la decisión de por quién votar.
Nunca voté por Fujimori. Considero que hizo un buen primer gobierno, con sus errores y sus aciertos; pero para mí, no era para volverlo a elegir de inmediato, debido a que tanto poder, corrompe, y se corrompió más de lo que ya estaba corrupto. Y los mismos corruptos, son los que acompañan ahora a su hija. vuelvo a lo mismo, ¡¡¡qué terrible decisión!!!
Fujimori's
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Sph
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