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un deseo...

Siempre, a lo largo de mi vida, me ha gustado la actuación. En el colegio me hubiese gustado participar, pero no había clases más que de danzas, y para ellas, pues, tengo dos pies izquierdos. Un par de veces hicimos una representación, la típica: simulación de una clase, hice de alumna a la que la profesora le soplaba (daba la respuesta en la pizarra) y le ponía buena nota sin saber nada, jajajaja. Es que teníamos una profesora que hacía eso, con un par de alumnas e hicimos la parodia, jajaja.

La segunda vez que participé, lo hice de conquistador, no recuerdo si de Francisco Pizarro u Orellana; pero estuve ante el rey o virrey (no recuerdo quién fue). Era un colegio femenino, así que papeles de hombres eran susceptibles a ser interpretados por mujeres, jajaja. Yo parecía el gato con botas, me puse las de mi padre. Tengo algunas fotos de esa interpretación, jajajaja. Aún queda el recuerdo de esa actuación, me da gracia la vestimenta que me inventé. jajajaja. Esos fueron mis pininos.

Ah! me faltaba la vez que hicimos una actuación costumbrista "el pediche". Esta es la ceremonia de pedida de mano: Hice de novio, para variar.

Cuando estuve preparándome para la universidad, un insituto de artes escénicas estaba repartiendo volantes a la salida de la academia. Y pensé que sería genial estudiar dirección. Pero..., siempre el bendito pero, mi padre era quien pagaba mis estudios y yo tenía que ir a la universidad.

Cuando era niña, me imaginaba ser la actriz de la pantalla, bueno, no precisamente la actríz, me gustaba más el papel del actor (:$). Deseaba montar a caballo, tener los pantalones y las botas con espuelas, y la agilidad del héroe de las películas de vaqueros que veía mi padre. Es decir, yo quería ser el héroe. Y en cuanto a las actrices, solo las que tenían el temple para salir adelante, que no dependían de nadie, y que salvaban el mundo, jajajajajaja.

Ah!, lo olvidaba. En el último año de estudios escolares, me inscribí al curso de teatro del colegio. No me gustó, el profesor me parecía un payaso. Hubo deserción y lo cambiaron por pre-militar. ¡qué tal cambio!

Los años pasaron, así como suprimí mi afición por escribir, suprimí mi deseo por la actuación, pero el bichito siempre lo he llevado dentro. Me gusta ir al teatro, aunque en Lima es caro, pero de vez en cuando lo hago, cuando me es posible.

Pero ahora, luego de muchos años de haber deseado asistir a una clase de teatro, me inscribí. Hoy fue mi primera clase: interesante, movimiento corporal. Y no solamente hubo movimiento corporal, también distraje la vista, jajajaja.

Bueno, un deseo que estoy cumpliendo, lo necesitaba :)

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