Lamentablemente, la prensa se ha parcializado a tal grado que no muestran las deficiencias de un candidato y se confabulan a tal grado para mostrar lo peor del otro, recurriendo muchas veces a alterar la información o a no validarla con objetividad e imparcialidad y, lo que es peor, a difundirla sin el menor reparo. Yo le llamo: defendiendo intereses personales, y esos dan asco, pues genera mayor incertidumbre y causa mucho daño al país, tanto fuera de sus fronteras como dentro de ellas.
Ayer por la mañana, compré la publicación de César Hildebrandt, daba razones para votar por Humala, mostraba lo malo del Fujimorismo. No vi ningún artículo donde apareciera Humala. Pero las razones que leí para darle el voto a Ollanta, las respeto y me hicieron meditar sobre las razones por las cuales no votar por uno o por otro.
Dignidad, principios, aptitudes; en todos esos ámbitos estaba evaluando, lo malo era que no me permitían elegir claramente a uno de ellos. Era hora de ver por la gente que acompaña a cada candidato. Keiko salía perdiendo, no por mucho pero la balanza favorecía a Ollanta.
Dignidad: Perdía Keiko pues fue la primera dama de un gobierno donde se justificó lo injustificable, un gobierno que sacamos del poder, el gobierno de la vergüenza.
Principios y valores: perdía Keiko, pues siendo primera dama, no dijo nada. Es cierto que se quedó en el país luego que su padre renunciara pero mientras fue primera dama, se calló y no hizo lo que su madre hizo, denunciar. Grande mujer Susana, lo mejor del gobierno de Fujimori, lamentablemente su hija no le heredó el caracter.
Aptitudes: Keiko ganaba, no por mucho, pero ganaba, ya que en el debate se evidenció lo mal preparado intelectualmente que se encuentra Ollanta, no sabe responder preguntas. Como dicen algunos, es un soldado y está acostumbrado a recibir órdenes y no a defender ideas personales; digo defender, no imponer. Keiko mostró que sería buena candidata para alcaldías, no para la presidencia, pero en esto sí, ella ganaba, posibilidad de gobernar.
Pero dignidad, principios y valores no definen, según algunos amigos, para elegir, para mí sí, debería ser suficiente. Sin embargo, la economía está en juego y el temor de una intromisión extranjera, la de Chavez, me hacía dudar el darle mi voto a Ollanta.
Era hora de ver los planes de gobierno: A Ollanta se le acusa de tener 4 planes de gobierno, tiene dos, los demás son compromisos de hacer o no hacer esto o aquello. Keiko no tiene un plan de gobierno consistente, es limitado y vago. Pueden perder ambos en esto; sin embargo, uno muestra estar abierto al cambio, el otro no. Por ese lado, gana Ollanta.
Concertación: El hecho de que Ollanta haya modificado su plan de gobierno, me indica que está abierto a modificar sus ideas en pro del país. Keiko no quiso concertar con nadie, los ex-candidatos que lo apoyan, no han logrado que algunas de sus promesas de campaña en la primera vuelta, Keiko lo considere en su plan de gobierno. En este caso, Keiko pierde.
Como se puede apreciar, Keiko perdía en casi todos los puntos de mi tabla de valoración. Sin embargo, el temor económico, el riesgo país era mucho mayor, y parecía que tenía mayor peso que cualquiera de los puntos de valoración anteriores. El temor de destruir lo ganado.
Renegociación de los contratos con las minera y empresas de explotación, esto no lo sabía. En este lustro, se tienen que renoegociar los contratos, pues se vencen. ¡Oh! - me dije - bienvenida corrupción, devalijarán al país de nuevo, explotarán los recursos sin importar la población que habita en esas zonas. ¿cómo quedará el país luego de esa negociación?, ¿Keiko u Ollanta lucharán por los intereses del país? - Gana Ollanta, su pensamiento nacionalista un poco sesgado y testatudo, es necesario para no ceder. Yo creo en una economía de libre mercado pero con responsabilidad social, creo en el precio justo y en la no explotación del hombre por el hombre. Estoy harta de que el Perú profundo, el pueblo del interior del país esté olvidado y sea siempre explotado. Pueblo que le han acostumbrado a darle limosnas en lugar de darles educación y generarles puestos de trabajo o crear empresa que les permita tener una forma digna de vivir. Keiko no hará eso. Keiko es de las limosnas, de los regalos para conseguir votos, es de los polos y de crear un pueblo ocioso. ¿Ollanta hará las cosas diferente? - pues me arriesgo - me dije - un salto al vacío y asumo las consecuencias de las heridas que resulte de ese salto.
Hasta la entrada la noche, estaba casi definido mi voto. Tenía dudas, pero casi lo tenía definido.
Definiendo mi voto
sábado, junio 04, 2011 |
Categorías:
Política
Publicado por
Sph
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